miércoles, 29 de diciembre de 2010

Ahí




Ahí estaba, lejos de todos, de todo. Mirando desde una posición poco cómoda cómo pesa el mundo. Rodeado por agua y más agua y algunas rocas que parecen querer separarlo de la inmensidad del mar.
Ahí estaba cerca de lo más lejos, cerca del lugar al que van los que quieren irse para dejar de estar cerca… justo ahí estaba. Cerca de la soledad humana, esa soledad que pesa más que el océano que cubre el horizonte cada día.
Ahí estaba con toda su opacidad, con sus historias, con sus huellas. Con el eco del viento golpeando años de abandono, de deterioro. Ahí estaba con su humedad permanente, eterna, tramposa.
Ahí estaba y quizás seguirá estando por el resto de los días, de esos días que se convierten en años y años que se convierten en eternidad. Justo ahí, entre todas esas cosas que se olvidan y se pierden como una foto de otra revista más.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Él



A veces somos tantos y de tantos que somos, terminamos siendo tan pocos. Mientras ella, ellos, todos caminan está él. Seguramente si hubieran pasado una hora antes a este momento también estaría, como los días pasados, y los meses y quién sabe los años...
Ahí estaba él con su mundo, su universo tan simétrico, idealista y distante. Tan delicado para todos los que no lo viven y tan duro para los que sí. Pero sigue ahí, como todas las mañanas frías y las tardes lluviosas, y las noches de niebla y el cemento congelado, quizás tan congelado como las miradas esquivas de los que pasan a su lado. O quizás helado, como sus manos temblorosas agarrando el vino en caja que no puede faltar a ninguna velada de la avenida o de la plaza, o de cualquier lugar donde pueda estar solo, aunque siempre presienta estarlo.
Seguro que después de una siesta nocturna vendrán risas de gente que sale de los teatros, autos que tocan bocina y colectivos que frenan en los semáforos pero para él todo será igual, las mismas caras diferentes, los mismos ruidos mudos, la misma mujer que ve todos los días y que no lo mira. ¿Quién será? ¿Por qué me mira,las pocas veces que me mira? son preguntas que parece hacerse mientras en un papel de volante de joyería barata, dibuja con un lápiz tan gastado como sus zapatos de otra época, su rostro. A lo mejor la dibujó tantas veces que ya confunde su cara con el de cualquier otra pero algo le dice que no. Y sigue dibujando, y otro trago de vino para curar las penas y para matar el frío, y para dedicárselo a ella. El día se vuelve a ir sin traerle nada al llegar, sólo se va, como se van tantas cosas, sus recuerdos, sus zapatos, su lápiz y ella. Cierra los ojos para otra siesta nocturna y piensa en un sola cosa, en sus labios de color rojizo y su pelo, y su vestido y después del úlltimo sorbo de vino se olvida de lo que pensaba. Se acuesta, se da vuelta y se dispone a despedir al mundo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

No se olvida



Dedicado a Rodolfo Walsh.


No se olvida todo lo que se vive, lo que se anda y lo que no tampoco. No se olvida un nombre, un rostro, un lugar. No se olvida de dónde se viene o a dónde se quiere ir. No se olvida un sueño, un ideal, una lucha con la más fuerte de las armas, la palabra. No se olvida el no resignarse, el persistir, el querer un mundo mejor, uno más igual para todos, para llos que tienen y para los que quieren tener. Un mundo sin fronteras más que las naturales, un mundo lleno de gente que piensa en la gente, y en los sueños de ella. No se olvida la muerte porque nos hace recordar la vida cada instante, cada día por siempre. No se olvidan las voces, las lágrimas... las rondas y el silencio obligado que unos pensaron imponer. No se olvida la ignorancia y la impotencia por ver algo que muchos preparados no pudieron ver. No se olvida a los genocidas impunes por mucho tiempo y tampoco a los otros genocidas, los que no iban uniformados pero asesinaban de muchas maneras. No se olvida a los líderes, a los que cayeron por muchos, por mucho. No se olvida los recuerdos de esas madres y abuelas que nunca pararon auque la lluvia de esas tardes de invierno parecían congelarlo todo. No se olvida esa copa mundial y los festejos mientras un pueblo lloraba de tristeza detrás de las paredes. No se olvida la Esma, el Olimpo, el Vesubio, Campo de Mayo, La Perla, no se olvida el miedo, el terror, la no compasión. No se olvida porque nosotros no queremos ni vamos a olvidar. Justicia y memoria, es lo que nos hace hermanos, pueblo, país. Es lo que nos hace intentar ser lo que alguna vez nuestros hijos quisieron para todos y cada uno de nosotros.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Antena



No sé si alguien verá o vio en algún momento lo que transmitía esa antena, o mejor dicho a través del televisor. ¿Quién puede saber desde cuándo está? ¿hace cuánto? ¿por cuánto? Preguntas sin respuestas como una broma irónica del destino.

martes, 14 de diciembre de 2010

La niebla



A MI MAMÁ...


La niebla


Domingo 32 de otoño, La niebla

La niebla lo invade todo
este cuarto que no eligió,
este mundo que no es el suyo
y estos ojos desconocidos que la miran,
que la buscan y que aseguran conocerla.
Acá la niebla, más allá también la niebla
sobre sus manos viejas como de piel de papel
sobre los huesos de antiguo barro valiente
todavía caminante.
Y en el medio de toda esa niebla, ella
ella de espalda a las ventanas herrumbradas de su presente baldío,
de frente al abismo de su pasado,
al velatorio continuo de sus memorias desvencijadas,
famélicas, suicidas.
A veces un sorbo de sol tibio la separa de la niebla
y una lucidez con vida de mariposa de dos segundos
desesperada y heroica,
consigue traer de nuevo a sus padres
juntar nombres con rostros
y revivir un domingo hecho del tiempo en el que su amor esta siempre vivo
en donde siempre hay risa,
en donde siempre hay baile,
y donde siempre es feliz como era
Un instante más y la mariposa caerá aplastada
bajo el plomo implacable de una niebla invisible
beso su mejilla ahora incalculablemente distante.
Ella pregunta ¿Quién soy?
La niebla otra vez lo invade todo

lunes, 13 de diciembre de 2010

Reflejo




Hay cosas que son movidas por la nostalgia, tristeza lejana o algún olvido pasajero que duró para siempre. Hay cosas que se rigen por el rencor, o bronca bromista que alegró un instante, un segundo y se hizo años. Hay cosas que sólo se mueven sin mover nada más, que rozan sin tocar, y que observan sin mirar. Son esas cosas que no tienen sombra pero sí reflejo, son cosas que viven detrás de una dimensión no tan desconocida como desentendida. Son cosas que viven detrás de un cristal frío e inerte que da vida de una manera extraña, haciendo familiar todo. No hay lógica, no hay explicación exacta y precisa lo describa, sólo ser testigos de un testigo silencioso que detalla como una radiografía cada detalle, cada imperfección haciendo perfecto su labor.
Hay cosas que nunca van a entenderse hasta que se entienden, quizás el silencio genere más ruido que los sonidos, o quizás un reflejo no sólo muestre una realidad sino que muchas que no queremos ver pero están, existen y perduran.

lunes, 6 de diciembre de 2010



Si sólo recurrimos a ver una imagen que nos demuestra cómo se maneja el mundo es porque no entendemos las necesidades que sufre éste. Cuando nacemos no tenemos la noción que el tiempo y la vida nos da. Somos hermanos de un mismo pueblo, de una misma sangre, de diferentes lugares sí, pero eso es para que desde muchos y diversos puntos de vista podamos sentirnos bajo una misma bandera, hijos de una misma madre. No existen las barreras culturales, ni las étnicas. El blanco es negro y el negro blanco y el blanco también es blanco así como el negro, negro. ¿Por qué existe la necesidad de lastimar con tanta pseudo realidad a quienes son diferentes en cuanto la sociedad se encarga de decirlo, y no por escencia natural? ¿Acaso es más importante un pedazo de tierra que un sueño? ¿Quién puede decir que esto es así y eso así? ¿Acaso nos olvidamos que el sufrimiento es la principal arma de indiferencia y destrucción, pero no de la persona a la que se lo hacemos, sino de nosotros mismos?. Porque cuando las políticas económicas del mundo se encargan de matar a gente, no está asesinando a gente sino a ideales, a sueños, y nadie puede hacer eso.
Nos hacen creer que el mundo siempre estuvo, está y siempre estará en guerra, en una guerra contra nosotros mismos, y en la que el único fin es matarnos, desaparecernos. Las guerras se terminarán cuando se juzgue al hombre por el color de sus ojos y no de su piel, dijo un gran filósofo que no necesitó de libros o estatuas para perdurar en la memoria de los que luchan todos los días por cambiar este equívoco lugar que llamamos mundo. Y no es el único, hay muchos como él. Muchos que día a día levantan la única arma realmente efectiva, la palabra conciente. Está en nosotros, hermanos de todos lados la posibilidad de hacer de este mundo, un mundo un poco mejor, para que un día nuestros hijos, o nietos puedan realmente disfrutar de los valores importantes de la vida.
El mundo somos todos, por igual y sin ningún tipo de diferencias.

Olvido




Tristeza encerrada en hermetismo puro, olvidado y anexado a un pasado reciente.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Habitación



Una sensación corre por sus venas, lenta muy lenta. Después vendrá la intolerancia y la ansiedad de salir del cuarto, o de la cama, o de donde esté. Mira por la ventana y afuera llueve, como adentro pero con la diferencia de que no lo moja.
Agarrará una hoja y si hace falta un lápiz y tratará de atestiguar cada instante, cada segundo de su tristeza, y hablará sobre la imposibilidad de muchas cosas e intentará planificar cómo conseguirlas, sin poder hacerlo y entonces la tristeza será más profunda y ya la luz habrá caído por la ventana dejando oscuridad, más oscuridad a esa habitación que parece comprimirse con el paso de las horas, y con las horas, del tiempo. Parece tan simple, tan fácil y a la vez le queda lejos, muy lejos y pareciera ser que la felicidad se le vuelve a adelantar unas cuantas vidas.
Llega la noche, y con la noche llegan las horas más largas que las horas, y en medio de todo ese escenario vacío, de libros, de música y de polvo en el suelo, una foto que vuelve a traerla a su pensamiento, que parecía perdido entre la tinta corrida por la saliva del poco sueño que agarró... ¿en qué estaba pensando?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Quiero



Quiero tocar cada milímetro, cada detalle de cada línea que te forma, que te dibuja, que te hace aparecer entre la nada.
Quiero dormir en cada una de tus curvas y tratar de no despertar hasta que llegue a una de las mil formas de tu boca.
Quiero acariciarte, tocarte, olerte, transpirarte y después mirarte con toda tu dimensión perfectamente imperfecta, inmune a cualquier cosa que no venga de nosotros.
Quiero que te duermas en mi brazo derecho, mientras el izquierdo te cuenta los lunares de los senos, perfectos e irresistiblemente deseables por la noche, y también por la mañana.
Quiero que tu historia, tus historias terminen en mí y que de ahí en más comiencen otras tantas pero sólo nuestras.
Quiero que este momento se congele como esta imagen, como todos los momentos en los que tu cuerpo se convierte en el mío, y el mío en el tuyo.
Quiero tu aroma en la almohada, que forma texturas que te contornean aunque no estés.
Quiero todo eso, y todos esos detalles que se vuelven eso, todo.

Para vos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Vértigo



Está a punto de caer, de bajar de golpe después de un lento ascenso. Los pelos del brazo comienzan a erizarse uno a uno, las pulsaciones se aceleran pero no del todo. Hay un silencio demasiado pronunciado que ronda en esos poco lugares. Es uno de esos momentos donde uno escucha todos los sonidos de todo lo que nos rodea. Traga un poco bastante de saliva, cierra y abre los ojos, vuelve a cerrarlos, mira a quien tiene al lado y se agarra al pasamanos. Todo está por comenzar, o quizás por terminar.
Vértigo es lo que tiene.

martes, 2 de noviembre de 2010

Una tarde como esta



Una tarde como esta, pero hace muchas tardes alguien planeó los días, y después las horas, y los minutos, y los segundos, y los... Hace mucho de aquella tarde, como hace mucho de tantas cosas. De aquel mate con la vieja, o la vuelta manzana en bici con los pibes del barrio... hace mucho.
Hace mucho que no hace poco, y que poco a poco se va haciendo mucho. La sonrisa del primer beso, y la felicidad del último. La tristeza por un partido perdido, pero con la esperanza de ganar el otro que seguro se viene más polenta. Hace mucho que el viejo de al lado no toca el bandoneón porque hace mucho se le olvidó; no tocar, sino el bandoneón rojo con pintitas negras.
Hace mucho que no veo las caras de la infancia, las del pasado y hace mucho que no pienso en las del futuro porque veo las del presente, y que poco a poco van convirtiéndose en las de mi futuro. Caras arrugadas, por la vejez y otras por la juventud absoluta. Las caras de los domingos, de los feriados, de las noches de vino y charlas... esa cara, la suya y a la vez la mía.
Una tarde como esta, pero no hace muchas tardes alguien planeó escribir una canción que empezaba de la misma manera que terminaba. Una tarde como esta, valen por todas las tardes que puedan llegar a venir. Ahora me voy a dormir una siesta... en una tarde como esta.

viernes, 29 de octubre de 2010

Hoy



Quiero cerrar los ojos y cuando los abra, saber que el mundo no desaparece y estás ahí.

viernes, 22 de octubre de 2010

miércoles, 20 de octubre de 2010

Par




Sólo un par en un día impar. Uno frente a otro, y el otro frente a nada. Uno se va, el otro viene pero los dos están.

martes, 19 de octubre de 2010

Encierro



Encerrado no tenía más alternativa. Muñeco olvidado y de otro momento viniste a caer en este, y encima dentro de un hermetismo temporal.

domingo, 17 de octubre de 2010

A mi mamá



A veces un instante se detiene y dura para toda la vida. A veces duran tanto que siguen siendo parte del presente y dejan de ser recuerdos para ser momentos. Como ese día en la vereda de tu casa, ese día en el que pensabas que no te escuchaba pero lo hice. Un día perfectamente imperfecto, como nos gustaba a nosotros. Un día que cayó justo en tú día, hoy.
Pensé una lista de palabras que hacen que ese día siga apareciendo en estas líneas. Risa, espalda, silla, trapo, ventana, puerta, baldosa, ladrillo, árbol, verde, oído, palabra, sonrisa, mirada, ojos, corazón, manos, arrugas, vos. Y termino con vos, porque cada palabra de ese momento me lleva hacia donde estás, a mi lado.
Feliz día vieja, te amo.

jueves, 14 de octubre de 2010

Noche del diablo



El frío nos juntó con el calor de unos buenos vinos y buena marihuana. Afuera el viento quebraba las caras, pero adentro se quebraban por el estado de embriaguez de disfrutar de un buen momento junto a extraños hasta algunas horas atrás. Una foto que no tiene estética de foto, con modelos que no modelaron nunca pero por esa noche, se animaron.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Un poco



Un poco de agua está a punto de caer, caer, caer hasta que cae. Un poco de luz observa, observa, observa hasta que deja de observar.

sábado, 9 de octubre de 2010

Molestia



Algunos días son sólo para que llegue la noche, y algunas luces para que dejen de molestar a la oscuridad perfecta que se crea en cierto ángulo.

viernes, 8 de octubre de 2010

Iluminación



Un lugar no muy trascendente para quien lo mira pero sí para muchos otros. Una iglesia se erguía en medio de la ciudad, quebrando la arquitectura baja de barrio. Oscura por dentro, misteriosa y un poco silenciosa sólo permitía que se filtren algunos rayos del sol, que para tanto negro es un poco de luz.

jueves, 7 de octubre de 2010

Barro



Algunos barcos que pasaron y estacionaron desde abajo la vieron. Estructura de hierro, antigua e inglesa que se aporteñó por muchas décadas y con mucha historia. Huellas de un siglo que por querer volverlo de oro lo volvieron de barro. Retrato de Buenos Aires de antaño, cuando quizo ser lo que no estuvo destinada a ser.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Merienda



Entusiasmo que hace olvidar lo que está viviendo, mientras quiere hablar y comer al mismo tiempo. Una sensación de necesidad de expresión interrumpida gratamente por el bocado que buscó en el paquete de galletitas. El calor y el agua no lo canzaron, o sí pero no a las ganas de merendar antes de la merienda.

lunes, 4 de octubre de 2010

Apenas



En la noche no todo se apagó, no todo se fue a dormir, no todo dijo hasta mañana. El reloj se detuvo a las dos de la mañana pero la noche avanzaba. Calle oscura y sin salida nos llevó a la entrada, cerca de esa círculo iluminado que no iluminaba nada más que una leve señal.

Hueco



Un desgaste de otra época que se refleja en esta y en las que vienen. Taparlo sería ignorar su pasado, su presente y mañana su futuro. No está en ese lugar por estar, está por un motivo particular, está para evidenciar una realidad.
Todo se desgaste en esa pared, y seguramente seguirá desgastándose.

domingo, 3 de octubre de 2010

Observando



Viendo a Buenos Aires desde arriba hace que todo abajo, parezca más chico, o menos grande. Vieja casa de la nueva ola, iluminando la primer ciudad oscura que encendía las luces de los primeros propietarios, inquilinos y dueños. Dueños de una historia de otros lugares que en este lugar, parieron una nueva. Familias y descendientes de familias antiguas, creando sueños sobre los mismos que trajeron en barcos desde otras aguas frente a estas aguas, las de un río parecido a un mar, con rocas en lugar de arena, y de nuevos aires pero a la vez buenos.

sábado, 2 de octubre de 2010

Al cielo



Una línea muy fina separaba el fin de las luces y el comienzo del cielo, ¿o quizás fue al revés?. Tarde en la noche, de noche y tarde y no había más señales de vida que ese reflejo acentuando más el oscuro vacío del cierre del día. Luz, oscuro, luz, oscuro y más oscuro que termina en una luz que de a poco se va muriendo, ¿o quizás apagando?

viernes, 1 de octubre de 2010

Espejo



Del otro lado del espejo no estaba el reflejo, estaba él. Quizás estuvo ahí desde siempre y recién en ese momento se destacó visualmente. Quizás nunca estuvo ni estará, y la mente cree verlo. Quizás sea un fantasma o quizás no sea nada.

jueves, 30 de septiembre de 2010

On stage



El último tema de la noche suena como el primero, la gente deja de lado el cansancio para recibir la euforia de los mejores gritos del mejor estribillo. Suena una guitarra pero más suena el bajo, dando lugar a que la batería tape todo menos a la voz, esa voz que tapa el silencio a través de un mensaje que trasciende el objetivo de llegar para quedarse en cada uno de los que están escuchándolo, viviéndolo. La música esta noche queda en segundo lugar, la fiesta de la música en el primero.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

La luz



Las horas pasan y la luz no se apaga, no se apaga y no se apaga.
Las horas dejan de pasar y la luz se va a apagar.

martes, 28 de septiembre de 2010

Antes



Antes navegó, cruzó océanos y llegó a un montón de lugares a los que quizás nadie llegó. Antes llevó gente, marineros y capitanes, llevó botes y bandejas de almuerzo. Antes fue barco, ahora también lo es, pero no como antes.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Grua



Hacia arriba miraba y hacia abajo estaba. Mucho sol, poca luz y demasiado óxido tapado con pintura. Cerca del puerto, lejos de la costa y aún más lejos de algún barco esperaba ver pasar uno.
Permanecía tieso, inerte y la pintura seguía tapando al óxido.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Un día sin vos




Para MAC.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

Mario Benedetti.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Continuación



En medio del camino el árbol que terminaba en la vereda continuó en la calle de tierra, típica imagen de pueblo, de una siesta de pueblo mejor dicho. Silencios artificiales hacían relucir a los ruidos de perros, chicharras y alguna que otra paloma. El calor se hacía cada vez más intolerable y hacía difícil caminar. Pero era imposible dejar de ver la sombra en el medio del camino, la sombra del árbol que no moría en la vereda sino que continuaba en la calle.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Luz



De entre toda la oscuridad de la planta baja una incidencia de luz estremeció el salón. Baldosas escondidas de a poco van apareciendo, estatuas en las esquinas empiezan a mostrase y así todo un universo interno de aquel lugar.

martes, 21 de septiembre de 2010

Del otro lado



Del otro lado hay tierra, agua y cielo pero sólo del otro lado.
Del otro lado hay algunas personas pero sólo unas pocas.
Del otro lado hay otro lado, distinto y tal vez único pero sólo del otro lado.

Del otro lado hay luz y oscuridad pero sólo del otro lado.
Del otro lado hay dudas y certezas pero sólo del otro lado.
Del otro lado hay todo y nada, mucho y poco pero sólo del otro lado.

Del otro lado hay silencio y música, hielo y fuego, sueño y sueños.
Decepciones y alegrías, preguntas y respuestas.
Llantos, risas y más llantos y muchas más risas.
Hay libros y cuadernos, hay lápices y tinta y capítulos para escribir.
Hay futuro, pasado y presente y nuevos horizontes.
Hay sol, lluvia y una tormenta vieja que está pasando.
Hay vida y muerte, hay promesas y juramentos, hay dolor y hay calma.
Hay aromas, colores, hay números y letras y muchos matices.
Hay cielos e infiernos, veranos e inviernos y también otoños primaverales.
Hay lunes y sábados pero también hay domingos.
Hay todo eso, pero entre todas las cosas que hay estás vos, ahí, con tu mundo particular.
Ahí con todas esas cosas simples que hacen complejo a todo lo demás.
Y después de vos, no hay nada y quizás porque sos todo, pero sólo del otro lado.


Fotografía: Mac.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Dilema



Comer o no comer.
Comer o no comer.
Comer o no comer.
Comer o no comer.
Comer o no comer.
Comer o no comer.
Comer o no comer.
Comer y no comer.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Última hora



Era la última hora del día y todo se apagaba, primero las voces y luego las luces. Algunos murmullos por el pasillo, alguna que otra puerta abierta y después el silencio absoluto, sólo que en este caso acompañado de la oscuridad. Un día largo que llegaba a la hora más corta, y a su vez se hacía larga la espera sin embargo no desistía. Una a una se fueron apagando las luces de la cuadra, y después de cada casa, y después de otras cuadras con sus otras casas. Se sentó frente al televisor y con el control remoto empezó a buscar una justificación de por qué lo hizo. Levantó la cabeza y encontró la última de las últimas luces encendidas. Apagó la tele, se levantó y apagó la luz. Se apagó la noche, el día, y también su día.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Construcción



En medio de la plaza estaba esto. Una especie de casa que no es casa, con una puerta verde y una arquitectura llamativa y bastante acertada. Se iba el día y llegaba la noche de una manera voraz y presurosa. Caminé tres o cuatro veces, dando vuelta por la misma intentando encontrar el ángulo perfecto para retratarla, y de repente se hizo de noche y terminó mi día.

martes, 14 de septiembre de 2010

Medianera



Separando la ciudad del río se extendía de lado a lado, dejando ver a lo lejos algo de verde. Con lluvia, con sol siempre está, siempre estuvo y quizás siempre estará, por lo menos mientras haya una ciudad al lado de un río.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Calle de barrio



Olor a siesta, calle empedradas y baldosas flojas. Árboles que se juntan, charcos dejados por la lluvia de la noche anterior y algunos perros durmiendo en el cordón. Zanja que se junta en la esquina, el afilador con su bicicleta y el pochoclero con su música de las tres de la tarde. Es verano en el barrio, es barrio de verano. Aroma a murga que empieza a hacer sonar los redoblantes, los tambores. Es calor humano, es calor de amistad, es barrio viejo con ganas de no ser nuevo. Son vecinos mateando en las puertas, es plazas con chicos a cualquier hora. Son botelleros, mecánicos y diarieros. Son abuelos y nietos, son gente de una época lejos de esta. Es nostalgia y por momentos tango arravalero. Es parrilla y después un café. Es barrio, es siesta de barrio y es barrio desde siempre.

P.D: Al increíble barrio de Mataderos.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Borroso



Un día borroso como los recuerdos de alguien sentado frente a la ventana de un bar, solo y algo confundido. Afuera todo parecía raro, luces raras, gente rara y el cielo a punto de echar agua. Algunos dibujos claros en servilletas blancas eran lo único que se diferenciaba de ese espectro difuminado y monótono. Apenas terminó la taza de café, se levantó y volvió a ver las mismas caras de siempre pero esta vez, borrosas como a través de la ventana de aquel bar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Era dibujo



Entre tantas figuras que yacen en el suelo de la vieja casa del barrio de Nuñez hay una que salió, que se hizo real. Cobró vida después de muchos intentos fallidos para que la pueda ver. Durante mucho tiempo fue dibujo y hoy se cansó de serlo y decidió ser otra cosa. Las paredes parecen encerrarlo, hacerlo más chico pero sigue siendo grande. La casa, el pasillo y el parqué de la habitación le quedan chico, incluso la luz del sol.
Todo ocurre en una tarde de verano en una vieja casa del barrio de Nuñez, todo ocurre.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Pasos




Baldosas que muestran pisadas de muchas épocas y de mucha gente. Día y noche en el mismo lugar, inmóviles, firmes y a merced de nuevas personas. Testigo de incontables anécdotas, recuerdos buenos y malos. Están, son, permanecen y nos miran desde abajo con la misma mirada de todos los días desde hace mucho tiempo atrás.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Compañeros




Tantos momentos compartidos, tantas charlas, tantos fines de semana. Viajamos, nos reímos, disfrutamos, nos enojamos y alguna que otra vez estuvimos tristes. En la ruta, en la autopista y en un colectivo de Uruguay. En la playa, en el río, en una pileta y en la bañera. En invierno y primavera, en otoño y en el calor agobiante del verano. En la calle, en una casa y hasta en un balcón de un edificio alto y gris. En el trabajo, en las vacaciones; en la cancha y en la plaza.
Juntos conocimos a mucha gente, amigos, compañeros, hermanos. Juntos aprendimos a charlar y dialogar con las personas con las que menos lo hacíamos porque por vos se empieza, por vos empiezan muchas cosas.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Comienza el show




Mucha gente esperando que el show comience, sólo una luz ilumina el escenario y lo demás está a la expectativa. El cielo termina en la línea sombreada que desdibuja los contornos y las caras, y los gestos y todo lo demás. De repente parece una sombra que llama la atención de la lente, y de la imagen y termina absorbiendo el momento.
Se apaga el día, se viene la noche y el show está por comenzar.

martes, 7 de septiembre de 2010

Dos y uno




Es el fin de Uruguay pero en realidad para mí es el fin del mundo, el último vestigio de vida se encuentra a unos pasos en esos dos barcos. Dos barcos que probablemente hayan zarpado miles de veces a lugares desconocidos llevando esperanzas y trayendo angustias muchas veces, y felicidad algunas otras. Dos barcos que no estaban ahí por casualidad, que estaban por una razón muy especial, irse y tratar de no volver.
El mar agita y ambos lo miran desde la arena, mansos y como un poco enojados por la distancia corta que los separa. El mar sigue agitando y los barcos siguen enojados y cada vez más quietos. El mar deja de agitar y yo dejo ese camino para seguir el que me lleva a mi cabaña.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Terraza




Ya se había ido el agua hacia otro lugar y dejó un rastro de su paso. Los colores de la terraza se volvían más reales, hasta el verde de las plantas se tornaba más real. Las baldosas rojas parecían granates, el blanco parecía dejar de serlo. Y en medio de todo ese gris que hacía brillar a los colores que estaban quietos, un arco iris se alzaba como en una pintura que permanece inmortal al paso del tiempo. Una luz que partía al cielo en dos, al mundo, a todo. De un lado estaba todo lo que vendría minutos después, clama y quizás el sol nuevamente. Del otro todo lo que sigue, la tormenta, las nubes negras que van hacia otras terrazas del conurbano.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Ni blanco ni negro, gris.




Cielo para todos
sin colores,
sin matices
más que gris.
Fuiste blanco
fuiste negro,
fuiste...
hoy sos gris.
Gente bailando
debajo,
sin colores
y sin forma.
Techo opaco,
suelo viejo
y sobre todo
gris.