domingo, 3 de octubre de 2010

Observando



Viendo a Buenos Aires desde arriba hace que todo abajo, parezca más chico, o menos grande. Vieja casa de la nueva ola, iluminando la primer ciudad oscura que encendía las luces de los primeros propietarios, inquilinos y dueños. Dueños de una historia de otros lugares que en este lugar, parieron una nueva. Familias y descendientes de familias antiguas, creando sueños sobre los mismos que trajeron en barcos desde otras aguas frente a estas aguas, las de un río parecido a un mar, con rocas en lugar de arena, y de nuevos aires pero a la vez buenos.

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