lunes, 6 de diciembre de 2010



Si sólo recurrimos a ver una imagen que nos demuestra cómo se maneja el mundo es porque no entendemos las necesidades que sufre éste. Cuando nacemos no tenemos la noción que el tiempo y la vida nos da. Somos hermanos de un mismo pueblo, de una misma sangre, de diferentes lugares sí, pero eso es para que desde muchos y diversos puntos de vista podamos sentirnos bajo una misma bandera, hijos de una misma madre. No existen las barreras culturales, ni las étnicas. El blanco es negro y el negro blanco y el blanco también es blanco así como el negro, negro. ¿Por qué existe la necesidad de lastimar con tanta pseudo realidad a quienes son diferentes en cuanto la sociedad se encarga de decirlo, y no por escencia natural? ¿Acaso es más importante un pedazo de tierra que un sueño? ¿Quién puede decir que esto es así y eso así? ¿Acaso nos olvidamos que el sufrimiento es la principal arma de indiferencia y destrucción, pero no de la persona a la que se lo hacemos, sino de nosotros mismos?. Porque cuando las políticas económicas del mundo se encargan de matar a gente, no está asesinando a gente sino a ideales, a sueños, y nadie puede hacer eso.
Nos hacen creer que el mundo siempre estuvo, está y siempre estará en guerra, en una guerra contra nosotros mismos, y en la que el único fin es matarnos, desaparecernos. Las guerras se terminarán cuando se juzgue al hombre por el color de sus ojos y no de su piel, dijo un gran filósofo que no necesitó de libros o estatuas para perdurar en la memoria de los que luchan todos los días por cambiar este equívoco lugar que llamamos mundo. Y no es el único, hay muchos como él. Muchos que día a día levantan la única arma realmente efectiva, la palabra conciente. Está en nosotros, hermanos de todos lados la posibilidad de hacer de este mundo, un mundo un poco mejor, para que un día nuestros hijos, o nietos puedan realmente disfrutar de los valores importantes de la vida.
El mundo somos todos, por igual y sin ningún tipo de diferencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario