lunes, 22 de noviembre de 2010

Habitación



Una sensación corre por sus venas, lenta muy lenta. Después vendrá la intolerancia y la ansiedad de salir del cuarto, o de la cama, o de donde esté. Mira por la ventana y afuera llueve, como adentro pero con la diferencia de que no lo moja.
Agarrará una hoja y si hace falta un lápiz y tratará de atestiguar cada instante, cada segundo de su tristeza, y hablará sobre la imposibilidad de muchas cosas e intentará planificar cómo conseguirlas, sin poder hacerlo y entonces la tristeza será más profunda y ya la luz habrá caído por la ventana dejando oscuridad, más oscuridad a esa habitación que parece comprimirse con el paso de las horas, y con las horas, del tiempo. Parece tan simple, tan fácil y a la vez le queda lejos, muy lejos y pareciera ser que la felicidad se le vuelve a adelantar unas cuantas vidas.
Llega la noche, y con la noche llegan las horas más largas que las horas, y en medio de todo ese escenario vacío, de libros, de música y de polvo en el suelo, una foto que vuelve a traerla a su pensamiento, que parecía perdido entre la tinta corrida por la saliva del poco sueño que agarró... ¿en qué estaba pensando?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Quiero



Quiero tocar cada milímetro, cada detalle de cada línea que te forma, que te dibuja, que te hace aparecer entre la nada.
Quiero dormir en cada una de tus curvas y tratar de no despertar hasta que llegue a una de las mil formas de tu boca.
Quiero acariciarte, tocarte, olerte, transpirarte y después mirarte con toda tu dimensión perfectamente imperfecta, inmune a cualquier cosa que no venga de nosotros.
Quiero que te duermas en mi brazo derecho, mientras el izquierdo te cuenta los lunares de los senos, perfectos e irresistiblemente deseables por la noche, y también por la mañana.
Quiero que tu historia, tus historias terminen en mí y que de ahí en más comiencen otras tantas pero sólo nuestras.
Quiero que este momento se congele como esta imagen, como todos los momentos en los que tu cuerpo se convierte en el mío, y el mío en el tuyo.
Quiero tu aroma en la almohada, que forma texturas que te contornean aunque no estés.
Quiero todo eso, y todos esos detalles que se vuelven eso, todo.

Para vos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Vértigo



Está a punto de caer, de bajar de golpe después de un lento ascenso. Los pelos del brazo comienzan a erizarse uno a uno, las pulsaciones se aceleran pero no del todo. Hay un silencio demasiado pronunciado que ronda en esos poco lugares. Es uno de esos momentos donde uno escucha todos los sonidos de todo lo que nos rodea. Traga un poco bastante de saliva, cierra y abre los ojos, vuelve a cerrarlos, mira a quien tiene al lado y se agarra al pasamanos. Todo está por comenzar, o quizás por terminar.
Vértigo es lo que tiene.

martes, 2 de noviembre de 2010

Una tarde como esta



Una tarde como esta, pero hace muchas tardes alguien planeó los días, y después las horas, y los minutos, y los segundos, y los... Hace mucho de aquella tarde, como hace mucho de tantas cosas. De aquel mate con la vieja, o la vuelta manzana en bici con los pibes del barrio... hace mucho.
Hace mucho que no hace poco, y que poco a poco se va haciendo mucho. La sonrisa del primer beso, y la felicidad del último. La tristeza por un partido perdido, pero con la esperanza de ganar el otro que seguro se viene más polenta. Hace mucho que el viejo de al lado no toca el bandoneón porque hace mucho se le olvidó; no tocar, sino el bandoneón rojo con pintitas negras.
Hace mucho que no veo las caras de la infancia, las del pasado y hace mucho que no pienso en las del futuro porque veo las del presente, y que poco a poco van convirtiéndose en las de mi futuro. Caras arrugadas, por la vejez y otras por la juventud absoluta. Las caras de los domingos, de los feriados, de las noches de vino y charlas... esa cara, la suya y a la vez la mía.
Una tarde como esta, pero no hace muchas tardes alguien planeó escribir una canción que empezaba de la misma manera que terminaba. Una tarde como esta, valen por todas las tardes que puedan llegar a venir. Ahora me voy a dormir una siesta... en una tarde como esta.